Interview

Marina Otero: Fóllame, quiéreme y mátame es la idea del amor romántico

Marina Otero (Photo: Marco Roa)

 

El jueves 3 de octubre se estrena en el HAU Hebbel am Ufer de Berlín la nueva obra escénica de semificción «KILL ME», de Marina Otero. Junto a cuatro bailarines con enfermedades mentales y un actor que encarna al legendario bailarín de ballet Vaslav Nijinsky, presenta una obra que combina su propia biografía personal (está diagnosticada de una enfermedad mental) con la de Nijinsky, caracterizada por una esquizofrenia severa.

Thomas Venker entrevistó a Marina Otero; la versión original en español se publicará en la sección alemana de Kaput más adelante.

Para «Mátame», un actor encarna al legendario bailarín de ballet Vaslav Nijinsky, que sufría esquizofrenia. ¿Qué le fascina tanto de Nijinsky que decidió «reincernarlo» / retratarlo para su actuación?

Marina Otero: Para empezar tengo una obsesión con el tiempo, me interesa retomar un fragmento del pasado y traerlo al presente. También me conmueve la idea de reencarnar o ser poseída por una persona muerta para que hable a través de mi cuerpo. Son pequeños rituales que me gustan hacer en mis creaciones. Pero sobre todo elegí el personaje de Nijinsky por su delirio megalómano, su esquizofrenia, su obsesión con Dios y con la danza.
Ademas de joven, cuándo conocí la existencia de él me quedó la idea de hacer algo con él y con su hermana Nijisnka. En este caso dejé de lado a su hermana porque el loco era él, y yo quería trabajar con la locura, con nuestra locura. Cada loca con su tema.

¿Es «Mátame» el siguiente paso inevitable después de «Quiéreme» y «Fóllame»?

Si, cogeme, amame y matame es la idea del amor romántico. Es una trilogía que habla del tiempo, del dolor, del amor, de la violencia, la locura y la muerte. La idea de “matame” es querer matar algo que ya no queremos. Muchas veces pasa el tiempo y vamos transformando algunos aspectos de la vida, pero también hay funcionamientos internos que vuelven como un loop. Se repiten en nuestra vidad cosas que no nos hacen bien y sin embargo no podemos transformarlas. Con esta obra yo quería matar esa idea del amor romántico que solo me llevó a desaparecer.
Aceptando quizás nuestra miseria sea que nos acerquemos a la posibilidad de trascender o transformar eso que ya no queremos. Es Kill me un paso a la aceptación de la vulnerabilidad. En esa aceptación aparece el verdadero amor: encontrarse con las personas y con las cosas que están cerca, quizás el “verdadero amor” sea la lucha constante por existir. Como dijo Fito Paez cuando vino al estreno de Kill me en Madrid: “Es una obra que habla de la lucha¨.

Desde algunos años documenta su vida constantemente en película, una ambición que mantendrá hasta su muerte. Una pregunta sencilla y directa: ¿por qué?

Desde que soy chica escribo en diarios. Luego cuando aparecieron las cámaras me apareció el deseo de filmar. En mi diario intimo de los 10 años por ejemplo, le hablo a la marina del futuro. Siempre tuve una obsesión con el tiempo.
Me interesa saber cómo puede transformar su vida una persona. Cómo mutan los deseos y cuántos se sostienen y se logran materializar con el paso del tiempo.
Voy a registrar de todas las maneras que pueda hasta mi muerte. Los videos y las fotos me interesan porque son la unica manera de tener un registro fiel a los hechos. Para luego llevarlos a una zona de ficción y traicionar esa fidelidad. Me interesan mucho los límities de realidad y ficción, de verdad y falsedad, aunque casi siempre me inclino más hacía la “fidelidad” y la “verdad”, que pongo entre comillas porque es una menera de poner en duda todo.

¿Hay momentos de duda?

Todo el tiempo, pero no dejo que la duda me deje inmóvil. Me muevo según la intuición y salgo de la duda por impulso.

¿Cómo reaccionaron tus amigos y familiares ante esta decisión artística?

Ya están curados de espanto. Ya me conocen y saben cómo vivo y trabajo. Y los nuevos amigxs o amantes tienen que saber que mi manera de vivir es así. Para mí, vivir y hacer ficción van de la mano, por lo tanto puede ser un poco confuso, un tanto peligroso porque todo puede llegar a exponerse en algún momento, pero también puede ser divertido. Igual soy muy cuidadosa y fiel con las personas que me acompañan, pero si me hacés daño la venganza será terrible.

Marina Otero (Photo: Santiago Albanell)

¿Hay influencias artísticas para la estética y la narración de su actuación? ¿Como artistas u obras concretas?

Tengo muchísimxs referentes artísticos. Gran parte de mi trabajo se basa en la idea del robo, robarle a quienes me inspiran. Para descubrir particularidades propias es necesario hacer una selección de cosas que queremos robar, luego en el tratamiento de la creación y composición se va a ir alejando cada vez mas de la idea original, de la fidelidfad con la cita, hasta encontrar lo particular que lo vuelve nuevamente original.
Algunes referentes que podría decir de cine, literatura, artes escenicas y artes visuales son:
Jean-Luc Godard, Rainer Werner Fassbinder, Agnès Varda, Tracey Emin, Louise Bourgeois, Angelica Liddell, Grupo Krapp, Pablo Rotemberg, Sophie Calle, Pedro Lemebel, Roberto Bolaño, Alejandro Zambra, Eduard Louis, Cesar Gonzalez, Luis Ospina, Lorrie Moore, Piedad Bonet, Leila Guerriero, Emmanuel Carrère, Gabriela Cabezón cámara, Camila Fabri y Selva Almada (entre otrxs).

¿Qué importancia tiene el humor para usted como persona y para su arte? ¿Qué te parece esta colaboración?

El humor es muy importante en la vida y en la ficción, es lo que me saca de ese narcisismo de la tragedia. Cuando estoy atravesando una situación incómoda, dolorosa o difícil, la práctica de verme de afuera como si fuera una extranjera de mi misma me ha dado la posibilidad de quitarle peso a las cosas. En mucho de esos momentos, el efecto de verme de afuera ha sido reírme. En el acto de reírse provoca que la tensión muscular se afloje y el cuerpo se ablande. Solo un cuerpo blando puede dejar entrar a lo desconocido. La tensión provoca repetición. Asocio el humor a un tono muscular blando. Es importante para mi poder trabajar con diferentes tonos y saber cuándo es momento para cada cosa. La disociación también es un entrenamiento importante.

«Kill Me» no es su primera actuación en HAU Hebbel am Ufer, ya presentó allí sus obras “Love Me” y “Fuck Me”.

Es hermoso poder volver a HAU con Kill me. No encuentro un mejor contexto para presentar estas obras que allí.

Después de «Quiéreme» te fuiste de Argentina a España. ¿Por qué?

Me fui a España, porque hace tiempo necesitaba hacer un cambio grande, mirar desde otra perspectiva. Elegí Madrid porque en Europa me estaba saliendo bastante trabajo, y yo voy donde hay trabajo. Sobre todo, para poder seguir dedicando mi tiempo a lo que amo al 100 %. Madrid porque me encanta, por el clima, por el idioma, por la familiaridad con Buenos Aires y porque cuando llegué sentí que tenía que mudarme ahí. Creo y practico mucho la intuición. Casi todas mis desiciones las tomo desde ahí y luego las concreto por impulso, si las pienso demasiado no las hago.

¿Qué es lo que más le gusta de Argentina?

La práctica constante de supervivencia. En Argentina los artistas no son los artistas, sino las personas que crean maneras de sobrevivir en contextos completamente insólitos.

¿Y qué es lo que más odia del país?

La queja constante y el odio.

¿Qué opina de la evolución actual del país bajo el liderazgo de Milei?

Lo que pasó en Argentina con la elección de Milei y equipo al poder fue un suicidio. Lo que está pasando actualmete es lo que él mismo había enunciado: destruir el país.

¿Está España a la altura de sus expectativas?

Es muy pronto para sacar conclusiones, pero por ahora estoy bien con la elección.

Marina Otero (Photo: Santiago Albanell)

¿Cree que vivir en Europa influye en su trabajo? En caso afirmativo, ¿en qué medida?

En Europa hay más recursos. Eso es bueno para trabajar, lo que me permite también dar clases ad honorem en una asociación con migrantes que están en situacion de vulnerabilidad. Si estuviera luchando por la supervivencia no podría crear las obras en el tiempo considerable que me gusta a mi, ni tampoco podría tener estas experiencias que deseaba hace mucho tiempo.

¿Con qué sueña Marina Otero?

Sueño con seguir haciendo lo que hago y que con cada obra pueda descubrir algo nuevo. Que me lleven a un lugar desconocido.
Sueño con trascender lo que aún no puedo. Y sobre todo deseo mejorar como persona.

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